Media hora de pólvora para recibir el Año Nuevo

Desde el 30 de diciembre estaban practicando en las calles. Sonaba una explosión a mediodía desde algún edificio vecino. Y no había por qué preocuparse: era solo pólvora para el Año nuevo en Breslavia, nada de “actos terroristas”.

Viviendo cerca de la Escuela Militar, por la calle 80, en Bogotá, muchas veces temí que alguien pusiera un petardo o una bomba en el barrio. Un par de veces los vidrios de la casa temblaron, y casi se rompen, porque la guerrilla o quién sabe qué facción armada quería protestar por la posesión de un presidente o para conmemorar alguna fecha importante.

A la pólvora también le temía, pero era sinónimo de Navidades y años Nuevos en la casa de mi abuelo: Una canción o un locutor en la radio anunciaba las doce de la noche, hora de abrazarnos, y de fondo empezaban los voladores. Yo era cobarde para salir a mirar el espectáculo en la calle, así que prefería escuchar y disfrutar los fuegos artificiales, segura, bajo techo. Seguramente las noticias de niños quemados tuvieron algún efecto psicológico en mí.

Aquí en Navidad no hay fuegos en el cielo. Sin embargo, los últimos minutos del 31 de diciembre y los primeros 20 minutos de enero fuegos artificiales rojos, dorados, verdes, iluminaron Breslavia como una lluvia de luces. Diez minutos pasada la medianoche, parecía haber terminado el show pirotécnico. Y no. Se reanudó hasta casi las 12 y 30. Familias, amigos, niños, queman pólvora, en las calles o en los balcones. Cuando era pequeño, dice mi novio, él mismo compraba los fuegos artificiales en la tienda sin ningún problema.

Escribo esta entrada desde el centro de Breslavia y suenan algunos PUM afuera. Mi novio dice que son las sobras (petardos, como en Bogotá) de lo que no se quemó en la Noche Vieja. En Polonia no está prohibido quemar pólvora y 20 personas resultaron quemadas anoche, mientras en Colombia hubo 538 quemados en total en las celebraciones de diciembre.

Yo sigo siendo cobarde y si me proponen echar pólvora el próximo año, mi respuesta seguirá siendo no.

Como sea, ¡feliz Año Nuevo!

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