
Ayer subimos a Sky Tower, el rascacielos de la ciudad. El edificio, también centro comercial, está en la zona céntrica y es conocido entre los polacos como la “erección de Czarnecki (apellido del constructor)” por su forma. Al mirador, en un piso 49, se llega en un ascensor ubicado fuera de la torre. Nosotros nos perdimos entre las tiendas buscando cómo subir, porque los ascensores internos solo van hasta el tercer piso.
Aunque desde Sky Tower se pueden ver los edificios y calles casi como si se estuviera en un avión, la ciudad vieja es más fotogénica desde lo alto de las iglesias del centro: allí se puede ver el río, el mercado (rynek) y otras torres antiguas, y no hay un vidrio que impida tomar fotos sin reflejo.

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Me gustan los rostros de cemento que nos observan, serios o con sorpresa, desde los edificios de Breslavia y Praga.